HEMEROTECA- Tomo III |
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MAYO 1975 – Año IV – Núm. 30 |
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ASTROLOGIA |
CICLOASTROLOGIA CHINA |
ESPEJISMOS ASTROLOGICOS
Tan sólo los gemelos univitelinos, con un mismo código genético, demuestran con sus coincidencias biográficas que la predestinación existe y que el futuro, como también ha comprobado la parapsicología, puede conocerse en sus líneas más probables. Por el contrario, muchas personas con iguales horóscopos presentan tales diferencias en su vida y carácter que reducen el alcance astrológico a límites de escaso interés práctico.
¿Quiere decir que no hay más que una astromitología cuyos aciertos son similares a los de cualquier arte adivinatorio y que de esta manera se explica que el sueño astrológico dure ya tantos siglos y que yo mismo haya sido víctima de ese error? Todo horóscopo es susceptible de tantas interpretaciones que sus resultados pueden ser tan subjetivos, o puramente intuitivos, como las imágenes del clarividente.
De todas maneras, la astrología tiene una base objetiva que en sentido estricto no la utiliza y que es la CICLOLOGIA.
TODO GIRA
¿Hay algo que no sea mente en el nacimiento, sin tener en cíclico dentro y fuera de uno mismo? Lo que coincidió vuelve a coincidir –relación mágica– y lo semejante atrae a lo semejante relación analógica–, mientras que lo diferente y lo no sincronizado implica separación y desconocimiento. En este sentido conviene aclarar que los opuestos no son distintos sino complementarios. Esto mismo ocurre con la asociación e las ideas. Por todo esto no hay que hablar de influencias cósmicas: las amapolas anuncian el verano sin ser su causa.
SUPERIORIDAD DE LA TRADICION CHINA
La lengua china, simbólica, sin radicales ni desinencias, con una escritura ideográfica de insospechado poder sugerente, es la más apta para conservar y reflejar las más profundas relaciones entre el Hombre y el Cosmos.
Fu Hi, el fundador de la civilización china, levantó los ojos al cielo y contempló las estrellas; después los dirigió hacia el suelo. En su trascendencia VERTICAL, es un puente entre el Cielo y la Tierra, o entre el círculo y el cuadrado, y lo primero que se necesita para interpretar certeramente un horóscopo es determinar, por datos complementarios, los predominios de esas raíces. Por ejemplo, el nómada está más vinculado al cielo o “yang”, mientras que el sedentario lo está a la tierra o “yin”. Naturalmente, partiendo de caminos distintos antes del horóscopo –no hay otra expresión más aproximada– la interpretación tiene que ser muy distinta en uno y en otro caso.
Un estudio y una experiencia de muchos años me permiten afirmar que la astrología basada casi exclusivamente en el nacimiento, sin tener en cuenta otros puntos cíclicos como el momento de la interpretación, y determinadas características del individuo o del tema, es insostenible.
Los ciclos de máxima importancia son las estaciones del año, las fases del día y de la lunación, así como sus relaciones con los cinco astros visibles: Júpiter, Marte, Saturno, Venus y Mercurio, en correspondencia con los cinco agentes del cielo o del aire en el suelo y que son la madera, el fuego, la tierra, el metal y el agua. De otro lado, el Zodíaco chino, con sus doce animales simbólicos –la rata, el dragón, la serpiente, etc. – en correspondencia con el mes y con el año, señala ciento cuarenta y cuatro tipos humanos que sirven de marco a los anteriores factores.
“WU SIN” Y “WU WUEL”
Literalmente wu es no y sin corazón, sentimiento, centro, yo, pensamiento, mientras que wuel significa acción. Una actuación imparcial, sin tergiversaciones, inmediata: wu sin, o dejándose llevar como en un estado de flotación: wu wuel. En el fondo, ambas claves tienen una raíz común: la NO INTERFERENCIA y que es lo que impide o distorsiona el conocimiento global o intuitivo. Dicho en términos más profundos y certeros, la interferencia es el puente roto por las emociones y sentimientos, inevitablemente egocéntricos, entre la tierra y el cielo.
CAUSAS MINIMAS QUE PRODUCEN TRASCENDENTALES EFECTOS
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Evidentemente, la utilización de estas dos claves de la milenaria sabiduría china implican aptitud y entrenamiento y pertenecen al arte y no a la ciencia; pero aunque son casi indispensables para una certera interpretación horoscópica, sin la comprobación y la ayuda de un conocimiento cíclico y otros criterios lógicos, los pronósticos resultan de una realización mucho menos probable.
LA INTERDEPENDENCIA UNIVERSAL
Hay causas mínimas, casi imperceptibles, que producen enormes y trascendentales efectos, mientras que otras, aparentemente muy poderosas, no modifican el destino o son compensadas eficazmente para que las cosas continúen de una forma similar. ¿Cómo distinguir entonces lo importante de lo accesorio, ya que no corresponden con sus apariencias?
Un cimple zumbido de una abeja, o los pétalos de una primera margarita, anuncian la primavera. Sin embargo, una gran nevada en marzo no impide de ningún modo la llegada inmediata de la primavera.
La ciclología permite esa importante diferenciación.
LOS CINCO ELEMENTOS CHINOS
En ellos se excluye el AIRE y se añaden la MADERA y el METAL; pero en realidad el AIRE, omniabarcante por decirlo así, se identifica con el símbolo del CIELO o Gran Yang: lo superior, lo dinámico, lo invisible, lo intangible, el pensamiento y el espíritu. El viento es el portador de las semillas que fecunda la matriz terrestre o Gran Yin.
La fuerza celeste, al proyectarse sobre el suelo, que es lo tangible, lo concreto, lo que puede medirse y clasificarse, se manifiesta en los cinco elementos, también llamados agentes del Cielo.
La acupuntura, que hoy empieza a interesar a todo el mundo, se basa en esos elementos y no en los occidentales, y la acupuntura ha sido confirmada por múltiples experiencias y también de un lado, por el efecto kirlian sobre el aura de todo lo viviente, y de otro, por correspondencias homeopáticas.
SUS MULTIPLES CORRESPONDENCIAS
La madera y, por tanto Júpiter, se localiza a nuestra izquierda y en la dirección este; controla las fuerzas de la primavera y tiene una capacidad productiva. El fuego o Marte está delante y en el sur; controla el calor y origina el crecimiento y la madurez; corresponde al verano. El metal o la plata, o el oro, está a nuestra derecha y en el oeste; controla el otoño y las fuerzas destructoras. Es Venus, el planeta del amor, del nacimiento y de la muerte. El agua o Mercurio está en la espalda y al norte y es el frío, e invierno y la conservación. La tierra o Saturno se localiza en el centro y simboliza la cosecha.
Pero las estaciones señaladas no corresponden con el almanaque. La primavera –en nuestras latitudes y en las de China– y también el primero de año corresponde al cuatro o cinco de febrero (Sol en 15 grados de Acuario). El verano empieza sobre el 5 de mayo; el 5 de agosto el otoño, y el 5 de noviembre comienza el invierno. Ahora bien, el elemento central, la tierra o Saturno, se manifiesta sobre la primera mitad del otoño entre el 5 de agosto y el 20 de septiembre, más o menos lo que podríamos llamar la canícula.
En las horas del día, y también en la lunación, se producen análogas correspondencias. La madera desde las tres de la madrugada a las nueve de la mañana, etc.
NUMEROS Y COLORES
La madera es el uno y el color verde; el fuego el dos y el rojo; la tierra el tres y el amarillo; el metal el cuatro y el blanco, y el agua el cinco y la ausencia del color o el negro. Los dos primeros son positivos, los dos últimos negativos y el del centro neutro.
Puede chocar que el verde del vegetal o madera sea positivo y no lo sea el amarillo, que es neutro. La clasificación UNIVERSAL en ‘‘yang’’ y ‘‘yin’’ de la sabiduría china es SIEMPRE RELATIVA y, de otro lado, donde hay ‘‘yang’’ hay ‘‘yin’’ y viceversa. El vegetal puede ser positivo pero no su color que desde luego es negativo comparado con el muy positivo del rojo o del fuego.
ARMONIAS E INARMONIAS
La madera enciende el fuego; el fuego hace fértil a la tierra; la tierra engendra a los metales; el metal sujeta al agua, y el agua hace crecer a los vegetales o a la madera, con lo que el ciclo se cierra y sigue su movimiento interminable.
El metal destruye a la madera (hacha del leñador); el agua apaga al fuego, que a su vez destruye al metal, etc.
La tierra, centro y totalidad, subraya la ESTABILIDAD y en un orden superior la lealtad, y es por esto, entre las virtudes del sabio, la más apreciada.
OTRAS CORRESPONDENCIAS
MADERA: Vista, bilis, hígado, cólera, etc. FUEGO: Palabra, absorción intestinal, nervios y cerebro, corazón, alegría, etc. TIERRA: Gusto, digestión, tejido conjuntivo, linfa y leucocitos. Paciencia, etcétera. METAL: Olfato, evacuación intestinal, piel, pulmones, tristeza, etc. AGUA: Oído, excreción urinaria, huesos, riñones, gónadas, miedo, etc.
Como pueden comprender, en seguida los lectores versados en Astrología, las diferencias son prácticamente infranqueables. Naturalmente, en los límites de un artículo sólo puedo afirmar dos cosas: que la interpretación es más precisa y certera y que su orientación es mucho más útil y menos fatalista. Téngase en cuenta que los trigramas chinos, comentados muy favorablemente por Jung, más que pronosticar, aconsejan. Los chinos son eminentemente prácticos y no fatalistas como los árabes y otros pueblos del Oriente.
FERNANDO SESMA
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