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HEMEROTECA- Tomo III

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PRACTICAS RESPIRATORIAS (y III)

QUINTA DISCIPLINA

Duración: 1 semana

12ª semana
En la hora que más convenga el alumno dentro de la habitación bien ventilada y en la posición o postura de ‘‘sadhana’’ se procederá a emparejar la respiración en el ritmo de costumbre (7.1.7.1), repitiendo el ciclo 12 veces.

Obtenida la relajación absoluta, tómese con la mano derecha la muñeca izquierda, apoyando la palma de la mano derecha sobre el dorso de la izquierda. Las manos así unidas, llévense, con las palmas hacia abajo, hacia el plexo solar. En esta posición imagínese, con los ojos cerrados, una llamita muy brillante.

Una vez obtenida la visualización de esta llamita, se empareja otra vez la respiración imaginando que, al ritmo de la misma, la llama va cobrando intensidad de luz y calor.

Si la operación se hace bien se sentirá un leve calor, que aumenta progresivamente, en el plexo solar. Substitúyase a continuación, la imagen de la llamita por la de cualquier objeto que se quiera materializar, contrayendo y expandiendo esporádicamente la pared abdominal. Continúese así durante dos minutos haciendo el esfuerzo necesario para seguir materializando el objeto elegido.

Bajar la cabeza hasta apoyar el mentón en el pecho y expulsar todo el aire de los pulmones. Durante la cuenta de 7, mantener el aliento fuera de los pulmones, haciendo presión con las manos en el plexo solar.

Vuélvase a inhalar levantando la cabeza hasta mirar el techo. Hacer bajar el aire hasta sentirlo presionar en el pecho. Retener el aliento en esta presión contando hasta 7. Durante esta operación, imaginar que el fuego entra en el canal central de la columna y sentir como va ascendiendo hasta la coronilla, imaginando que el objeto visualizado está materializado delante del alumno.

SEXTA DISCIPLINA

Duración: 1 semana

13ª semana
En la misma habitación y durante la noche, con la luz apagada, el alumno debe tenderse en la cama sobre su espalda y con las manos apoyadas, de la misma forma que en la disciplina anterior, en el plexo solar.

Aflojada la mente y relajado el cuerpo emparéjese la respiración como siempre, repitiendo 12 veces. Girarse sobre el costado derecho, subir un poco las piernas, dejando levemente dobladas las rodillas, apoyar el brazo izquierdo sobre la pierna izquierda y colóquese la palma de la mano derecha sobre la mejilla izquierda.
En esta posición seguir el ritmo respiratorio uniéndolo a la sílaba Om y proponiéndose mantener el estado de conciencia durante el sueño.
Seguir así hasta dormirse.

SEPTIMA DISCIPLINA

Duración: 1 semana

14ª semana
A partir de la puesta del sol hasta medianoche y en la habitación descrita, el alumno se sentará en una silla y enfrente de un espejo lo suficientemente grande para que pueda verse la cabeza y medio cuerpo. Colóquese una vela encendida a la derecha del espejo para que lo ilumine, pero sin reflejarse su imagen. La habitación debe de estar sin otra luz que la de la vela.

Una vez relajado y emparejada la respiración, repetir 12 veces el ciclo y al terminar llénense los pulmones de aire hasta una octava parte de su capacidad.
El ‘‘mudra’’, indicado para este ejercicio es el siguiente: cerrar los dedos anular y meñique de la mano derecha sobre su palma, y doblar sobre esos dedos el pulgar, de tal modo que queden estirados el dedo mayor y el índice. Una vez efectuado este ‘‘mudra’’ colóquese la mano con la palma apoyada en la región cardíaca, con los dos dedos estirados señalando el lado izquierdo del cuerpo.

Cuando se siente la palpitación del corazón en la mano, repetir mentalmente la sílaba Om y Hum alternándolas con cada palpitación. Estas sílabas deben repetirse veintiuna veces cada una, o sea, cuarenta y dos veces en total. Terminado el ciclo, hacer el mismo ‘‘mudra’’ pero con la mano izquierda. Cubrir la mano derecha con la izquierda y retirar lentamente la derecha, para que quede apoyada en el corazón la izquierda sin cambios bruscos. Ahora los dedos estirados apuntarán al lado derecho del cuerpo.

Tranquilamente y con los ojos cerrados, intentar penetrar dentro del corazón, imaginándolo como una caverna débilmente iluminada y llena de vapores sedosos de un ligero color ojo. Lentamente ir suprimiendo estos vapores hasta ver una figura revestida de una luz dorada que va adquiriendo gran brillo. Enfocar pensamientos y deseos sobre esta figura sin dejar de respirar acompasadamente.

A continuación intentar comunicar a la imagen el anhelo de recibir contestación y conocimiento. Intentar oír lo que la imagen comunique hasta que vuelva a desaparecer envuelta en los vapores rojizos mientras una nota emitida por el corazón va perdiéndose lentamente.

Volver a reemplazar la mano izquierda por la derecha y abrir los ojos clavándolos en el espejo. Después de un instante breve la imagen del alumno habrá de desaparecer del espejo, dejando su superficie libre de imágenes. Seguir mirándolo tranquilamente. Entonces si todas las disciplinas se han realizado completamente, el alumno verá ‘‘algo’’ o ‘‘alguien’’ en el espejo. Estudiar esta o estas imágenes e intentar descubrir su secreto.

Esta observación del espejo debe intentarse hacer sin pestañear y cuando fluyan las lágrimas de los ojos, entónese la sílaba Om y éntrese lentamente en el silencio.
Este ejercicio debe hacerse solamente una vez por día, y repetirse hasta conseguir un resultado.

A partir de aquí el alumno debe, si la operación es un éxito o si se ha sentido, en alguna fase de las disciplinas, interesado por el tantra, seguir practicando, pero ya con un gurú.
Me gustaría, si alguno de mis lectores ha seguido la disciplina, me comunicara su resultado y lo que ha visto en el espejo.

F. FERRER VIVES

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