HEMEROTECA- Tomo III |
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MAYO 1975 – Año IV – Núm. 30 |
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TANTRISMO |
LOS CHAKRAS ‘‘CENTRO DE FUERZAS SUTILES’’ |
LA FUERZA NO PUEDE SER DETENIDA CUANDO HA SIDO DESPERTADA (DICEN LOS TÁNTRICOS)
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Después del rápido planeo sobre el yoga Tántrico, es imprescindible estudiar, aunque sea muy por encima, los Centros de fuerza sutiles, o sea, los Chakras.
En sánscrito Chakra significa rueda o disco y equivale al loto o ‘‘padma’’. Su forma es, efectivamente, muy parecida a un loto con un número desigual de pétalos. La descripción de cada uno de estos Chakras la saco, como todos los que han estudiado el Tantra, del ‘‘Shat-Chakra Nirupana’’, texto tántrico que describe los seis centros corporales.
Cada chakra posee determinados colores, un número determinado de pétalos –o rayos– que vibran a la velocidad de uno de los cincuenta sonidos que están en la raíz de la creación, representados por una letra del alfabeto sánscrito y cuya pronunciación sirve precisamente para despertar el chakra, por lo que su conjunto formará el ‘‘mantra’’ del chakra en cuestión; en el centro del chakra hay otra letra del alfabeto sánscrito que sirve de fundamento y se la llama la letra raíz o ‘‘bija’’; en este centro hay un animal simbólico junto a un dios y una diosa, representando al animal las cualidades que dominan el chakra; el dios a una de las fuerzas divinas de la manifestación y la diosa, o shakti, es la energía divina encerrada en cada hombre.
Veamos cada uno de estos chakras:
MULA DHARA CHAKRA
Está situado detrás de los órganos genitales y por encima del ano. Muladhara significa ‘‘raíz soporte’’ ya que ‘‘mula’’ se traduce por ‘‘raíz’’ y ‘‘adhara’’ por ‘‘soporte’’, y es la raíz del Nadi Sushumna en donde descansa la kundalini, la energía psíquica parecida a una serpiente ‘‘luminosa como un relámpago, brillando en el centro de este loto como una cadena de luces brillantes’’ siendo por eso, este chakra, el verdadero centro oculto del cuerpo humano.
El chakra en cuestión tiene cuatro pétalos y su color es el carmesí. Encima de cada pétalo hay las letras Vam-Sam-Sham-Sam. La raíz es la letra Lam sentada sobre un elefante –Airavata– que simboliza las energías terrestres de fuerza, equilibrio, sostén y firmeza ‘‘vistas’’ por los demás, como dice Riviere, por un cuadrado amarillo, representando a la tierra –prithivi–, inscrito en el círculo.
En el centro del chakra hay un triángulo ‘‘hembra’’, o sea, el Yoni, la Vulva conocido por el nombre de ‘‘traipura’’, recogiendo el Lingam, el macho, llamado Shivalinga, representando el poder creador de Brama y que físicamente se expresa por la ciudad de Benarés. Brama, presente en el loto, está sentado sobre el cisne –hamsa–. En torno del Lingam está, enrollada tres veces y media sobre sí misma, la kundalini.
La diosa de este Centro es la Davi Dakini quien instruye y da al sadhaka el dominio del deseo, de la envidia, de la ira y la pasión. Ahora bien en el triángulo ‘‘traipura’’ mora la Davi Traipura simbolizada por la letra Ka que se evoca por el mantra ‘‘klim’’.
Cuando la kundalini, por ciertas meditaciones, despierta, penetra en el nadi cuya abertura cubría y va ascendiendo despertando los diversos centros que encuentra en su camino.
SVADHISTHANA CHAKRA
Está situada en la raíz de los órganos genitales. Posee seis pétalos y es de color rojo bermellón. En cada pétalo están las letras Bam-Bham-Mam-Yam-Ram-Lam. La raíz es Vam, de color blanco y descansa sobre un cocodrilo o ‘‘makara’’. En el centro del chakra está el elemento sutil del agua, de color blanco y simbolizada por una media luna rodeada de ocho pétalos.
El dios que descansa en el bija es vishnu, de cuerpo azul y con cuatro brazos, sentados sobre ‘‘Garuad’’, su vehículo.
La Madre es la Shakti Rakini, de color también azul, de aspecto furioso, con tres ojos rojos y con una ventana de la nariz sangrando profusamente.
Meditando sobre este chakra se adquiere el poder de ver las entidades de los mundos astrales, controlar el gusto, y la función de los riñones, así como la función abdominal y la locomotriz.
MANIPURA CHAKRA
Es el ‘‘loto del ombligo’’ pues a su altura se halla. ‘‘Mani’’ significa joya, ya que resplandece como una de ellas. Posee diez pétalos y es de color gris, llevando inscritas las letras Dam-Dham-Nam-Tam-Tham-Dam-Dham-Nam-Pam-Pham. En el centro está la morada del fuego, representado por un triándulo invertido, que deja asomar por sus caras la svástica y soporta en su centro la letra raíz Ram, letra del fuego. Este bija descansa sobre un carnero.
El dios del chakra es Rudra, cubierto de blanca ceniza y con sus manos haciendo el gesto de ofrecer dones sentado en el toro.
La diosa es Lakini, la bienhechora universal, de color azul y con cuatro brazos y sentada sobre un loto rojo.
Estimulando este chakra se puede andar sin dolor sobre el fuego, controlar el estómago, el hígado y los intestinos, librándose de toda enfermedad; da cumplimiento a todos los deseos y otorga poderes para obtener saber en alquimia y magia.
ANAHATA CHAKRA
Está situado a la altura del corazón y, ya desde este centro los sabios pueden oír el ‘‘sonido que nace en el silencio’’ –anahata shabda– así se bautizó el chakra. En él reside el alma vital, el ‘‘Jivatman’’. Tiene doce pétalos en los que están representadas las letras Kam-Kham-Gam-Gham-Ngam-Cham-Chham-Jam-Jham-Nyam-Tam-Tram. Su color es el rojo.
En su centro hay un hexágono, símbolo del principio sutil del aire de color gris humo. Su bija es Yam.
El dios del loto es Isha, sentado sobre un antílope negro, símbolo de rapidez. Resplandece como el sol y hace el ademán de proteger a los tres mundos.
La diosa es Kakini, de color amarillo, bienhechora y radiante, por que bebe el néctar que le da el dios.
En el interior del hexágono está representado, dentro de un triángulo invertido, el Shivalingam resplandeciente como un bloque de oro. En su parte superior hay un pequeño orificio subrayado por una media luna. El orificio recoge a la Shakti Laksmi bajo la forma de esta media luna y el punto. El dios del Lingam es Siva, y está aquí representado como si lo animase un ardiente deseo sexual.
Del centro de este triángulo se proyecta un chakra secundario, llamado chakra del corazón, que tiene ocho pétalos y se llama Ananda Kanda.
Vale la pena fijarse que el hexágono central no es más que la estrella de Salomón, la unión del macho y microcosmo, representando, por tanto, el verdadero centro individual del hombre, la llama misma de lo divino, como la llama Garrison.
Meditando sobre este centro se oye la célebre sílaba primordial Om, sonido combinado del universo, el tono de la creación. El adepto aquí conseguirá gobernar su sentido del tacto, el sistema circulatorio, su instinto sexual, podrá ver y oír a larga distancia, hacerse invisible y penetrar en otros cuerpos.
VISHUDHA CHAKRA
Está a la altura de la garganta, tiene dieciséis pétalos sobre los que están inscritas las letras Am-Am-Im-Im-Um-Um-Rim-Rim-Lrim-Lrim-Em-Aim-Om-Aum-Am-Ah. Su nombre procede de ‘‘vishuddha’’ que significa puro. Es de color rojo púrpura humo y las letras son rojas. En su centro hay un triángulo blanco con un círculo del mismo color, encerrando la esencia sutil del éter. La letra raíz es la Ham, colocada sobre un elefante de color –letra animal– blanco.
El dios que gobierna el chakra es –’’Arddhanarishavara’’– partido en el propio Siva en su forma andrógina dos colores, oro en la izquierda y plata en la derecha. Aquí Siva es el Creador. Hombre-mujer, el Andrógino alquímico.
La diosa del centro es Shakini que viste de amarillo y reina en la región lunar.
Meditando sobre este chakra se consigue el dominio del sentido del odio y se controla la piel, la boca y la respiración. Además permite ver en el tiempo y controlar las tres formas del mismo: pasado, presente y futuro. Según textos ‘‘quienquiera que se concentre sobre este Cnetro se hace sabio en el conocimiento sagrado, príncipe entre los yogis’’.
EL INICIADO ESTA DOTADO DE FACULTADES PARANORMALES
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AJNA CHAKRA
Está situado entre las dos cejas, el Tercer Ojo. En él es donde se reciben las órdenes del Superior. Tiene la forma de un círculo con dos pétalos que llevan las letras Ha y Ksha. Es blanco, y sedoso como la luna. En el centro está el gran ‘‘mantra’’, la sílaba Om.
En un triángulo luminoso situado en el centro está Siva en su forma fálica, o sea, el Lingam. El triángulo será naturalmente, el Yoni o sexo femenino, que con el Lingam simbolizan el acto creador.
La reina es la Shakti Hakini de seis brazos que sostienen los atributos tántricos principales, o sea, cráneos, rosario, tambor sagrado… Un blanco le sirve de asiento.
El yogui que medita sobre este centro se ve librado de las consecuencias de las acciones ejecutadas en anteriores reencarnaciones. Si medita en la hora de la muerte se unirá al Alma Suprema.
Todos estos centros terminan en uno situado en la zona alta de la cabeza, allí donde se unen los tres Nadis y que se conoce con el nombre de BRAHMARANDHARA, morada suprema de Siva, con mil pétalos que llevan inscritas las cincuenta letras del alfabeto sánscrito en cada pétalo.
Siva está sentado sobre el ‘‘hamsa’’ símbolo de la espiración y la inspiración del soplo de Brama.
En el hombre más evolucionado este chakra reluce esplendoroso ciñendo la cabeza. En Oriente se representa como un moño –ver las distintas representaciones de Buda o Brahma– y en Occidente como una aureola –representaciones de Cristo y los Santos–, señal de dominio sobre el tiempo y la muerte.
RESUMEN
Resumiendo un poco lo anteriormente escrito, y reconociendo que para un occidental esta lectura debe ser algo pesada, puntualizaré que: la Kundalini, potencia cósmica adormecida y latente en el hombre, puede y debe despertarse para que recorriendo los Nadis despierte los Centros o Chakras dormidos. Para lograr esto primero deben purificarse estas ‘‘arterias luminosas’’ por las que pasa el fluido vital o prana.
Esta purificación se hace por posturas –’’asana’’ – o ejercicios de respiración –’’pranayama’’ – acostumbrando al mental a concentrarse –’’dharana’’ – sobre un punto u objeto para permanecer tranquilo. Cuando el mental –’’manas’’ – se identifica con el divino presente en todo humano –’’atman’’ – se consigue el ‘‘samadhi’’.
Cuando se ha conseguido esto, el yogui usa los mantras y medita sobre los chakras. Haciendo salir el prana del Ida y Pingala, dejándolos vacíos, se hace pasar por el Sushumna despertando así a la kundalini. Este despertar es peligroso pues crea un calor sutil tan fuerte que igualmente calienta el cuerpo del yogui: ‘‘la fuerza kundalini no puede ser detenida cuando ha sido despertada de su largo sueño’’, dicen los tántricos.
Al estar libre el Sushumna la Kundalini penetra en ella y asciende hasta los Chakras, perforándolos y levantándolos como se levanta una flor con el soplo de la brisa y dejando en ellos su energía transformando el cuerpo humano y otorgándole los poderes que he descrito, para conseguir la Identidad con el Supremo.
La enumeración de los varios ejercicios necesarios para conseguir en el proceso, creo sería pesado para el lector no interesado verdaderamente en ellos, por lo tanto los dejaré para más adelante… si es que algún lector me pregunta por ellos.
En el próximo artículo hablaré del Arte Tántrico, si Kali lo permite.
F. FERRER VIVES
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