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HEMEROTECA- Especial FASSMAN

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- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - AGOSTO 1976 – Año V – Núm. 45

Una de las dificultades que deseo recalcar para aquellos que entren o traten de entrar en esta nueva Dimensión, al desarrollo gradual de las otras facultades. Primero hay que volverse perceptivo. El escollo, es al recibir el mensaje. El mensaje llega a uno, completamente distorsionado, y entonces es cuando parece ser que entra en acción esta nueva facultad, para dar una nueva interpretación correcta a las imágenes completamente distorsionadas que se perciben.
Este gran escollo me costó tiempo y concentración para poder superarlo, tuve muchas dificultades, pero al fin, logré mi propósito.

Ya, ahora a través de los tiempos y todo este caudal de experiencia y sabiduría adquirida me proporcionan una gran seguridad.

Si a través de lo que escrito en estas páginas, llega esta seguridad a ustedes, como ésta, llegó hasta a mí, me sentiré bien recompensado.


TRABAJANDO EN LA DIMENSION DESCONOCIDA

Había llegado de América, de uno de mis frecuentes viajes, cuando recibí la llamada de Manolo del Arco y me dijo así: Fassman, yo he escrito algo sobre usted, y le he visto en sesiones públicas, pero no creo mucho en que lo usted hace, sea verdad. ¿Tendría inconveniente en enfrentarse a veintitrés periodistas a la vez, en un curso de periodismo que estoy dirigiendo?

Yo le dije: No tiene usted ninguna motivación para creer en ello, ya que si no lo ha visto, ¿cómo va usted a creer?
Quedamos a los pocos días para enfrentarme a ese grupo de periodistas en la calle Canuda de Barcelona. El lugar en donde se estaba realizando el curso de periodismo.

Como ser perceptivo que soy, me encontré con una atmósfera que no era demasiado agradable; sentí como un ‘‘shock’’, como una vibración rara y como una especie de mecanismo defensivo por mi parte. Sentí miedo, pues pensé que allí no podría ponerme al nivel adecuado a las circunstancias, de ninguna manera. Sí…, confieso que tuve un poco de miedo al fracaso. Me puse en la actitud mental adecuada. Tomé contacto, conmigo mismo con mi subconsciente y recuerdo que hice primeramente unas experiencias de hipnosis con éxito y luego, traté de entrar en esta Nueva Dimensión. Al principio me resultó un poco difícil. Era un ambiente de expectativa.

Era un ambiente… ¡periodistas al fin y al cabo…! ya saben ustedes cómo es…, buscando el porqué de las cosas, y esto era bien palpable, y se veía escrito en las miradas de todos, en el semblante de cada uno de ellos. Muchos, esbozaron una sonrisa escéptica… ¡ya lo percibía claramente!... y no sé por qué, percibía lo que cada uno de ellos pensaba de mí.
Habían algunas señoritas: Una de ellas me dijo: ‘‘Yo le he visto hacer algunos experimentos de telepatía’’.

Entonces indiqué, que íbamos a hacer algún experimento de telepatía. Le dije a Manuel del Arco, como director del curso, que escribiera en un papel, lo que quisiera y lo introdujera dentro de un sobre. Y él, como desconfiado que era, ‘en paz descanse’ entró en un departamento contiguo e hizo un dibujo.
Salió del compartimiento y se sentó. Mirándole fijamente, me concentré y me puse a dibujar, lo que yo estaba seguro había dibujado Manuel del Arco.
Cuando los dibujos se pusieron uno al lado del otro… la similitud era tan grande, que no cabía duda respecto al éxito del experimento.
Mi mente captó el mensaje de un dibujo en el cual venía un niño pequeño. Capté una circunferencia con dos ojos, claramente. La imagen era distorsionada, pero la capté claramente.

Bueno, al final de aquella sesión, Manuel del Arco escribió: ‘‘Fassman se enfrenta con veinte periodistas a la vez’’… Y fue un éxito.
En otras muchas experiencias con grupos de personas, me he encontrado con las mismas dificultades.

Muchas veces mi ‘‘psi’’, no ha funcionado, no me encontraba perceptivo. Bueno… también otra de las ventajas de esta Nueva Dimensión Extrasensorial, es que no respeta la dificultad de los idiomas.

Yo he captado sin saber hablar el alemán, ni entenderlo, mensajes de un señor alemán.
El, pensaba en alemán…, pero yo, captaba las imágenes.

Con tantos idiomas, el hombre ha desarrollado la expresión del habla con palabras que… son símbolos, son imágenes, que expresan un mensaje, de las imágenes mentales que concibe. Es un hecho que la gran diversidad de idiomas ha traído grandes problemas de Semántica y conflictos que no era necesario que surgieran.
Y repito una vez más, que si el hombre hubiese sido capaz de sentir de forma apropiada y se hubiera habituado a pensar en imágenes, aprendería de forma apropiada y se hubiera habituado a pensar en imágenes, aprendería a captar, sin necesidad de conocer los idiomas de los hombres que le rodean.
Estuve con Eugene y Marcel D’osty en el Instituto Metapsíquica de París, allá por el año 1931.

En París estaba entonces en boga, el Espiritismo, en casi todas las casas se realizaban sesiones de Espiritismo. En aquellas épocas no había Televisión y había que distraerse de cualquier forma. En cada casa, era obligado tener el ‘‘trípode’’ para poderse comunicar. Estas comunicaciones acababan siempre, faltos del ambiente idóneo y la mística adecuada, como un pasatiempo divertido de la sociedad, sin ninguna trascendencia.

En algunas oportunidades, entraba en ellas y entonces se lograba, mediante alguna experiencia, impresionar a los presentes. No obstante, no era frecuente, porque el ambiente no acompañaba y las dificultades para la concentración eran grandes.

En una de estas casas, conocí personalmente a Axel Munté. Me impresionó su persona. Se reflejaba en él, un gran sentido Humano de la Vida.
Me dio una tarjeta para que fuera a verle a su consultorio que había abierto en París… ¡Aún guardo esta tarjeta en el archivo de mis múltiples experiencias vividas!
Después de una serie de experimentos telepáticos, se me desarrolló repentinamente una facultad de clarividencia, extraordinaria, sin saber el cómo ni el porqué. Después de una serie de experimentos.

Fíjense que es así, como aparecen las facultades. Y lo mismo que aparecen, se diluyen sin saber las causas.
Así me ocurrió, que en aquellos tiempos, yo era capaz, ‘aunque ustedes no lo crean’ y lo he realizado en público muchas veces, no en grandes masas de público, pues sería muy dificultoso. Se trata de una experiencia muy particular. En sesiones de escogidos grupos, se me hacía entrega de una caja de fósforos, y he llegado a contar siempre con toda exactitud, el número de fósforos que me habían introducido en la caja.

Desgraciadamente esta facultad que me duró varios años, me desapareció también de forma esporádica. No obstante, me dio quizás pie, para después desarrollar la Psicometría y que hoy practico aún y logro resultados muy satisfactorios.

Recuerdo por ejemplo, en la Embajada de España en Argentina, en una sesión que di, con un grupo muy escogido. Por aquel entonces era embajador el actual ministro de Asuntos Exteriores, Sr. Areilza y yo, leí exactamente, dentro de un sobre, lo que se había escrito en él. También conté con toda exactitud el número de fósforos que dentro de una caja, se me había entregado.

El mismo Sr. Areilza, se impresionó enormemente.
Por aquellos días, durante mi estancia en Buenos Aires, me llamó el doctor Waschard, catedrático de neurología en la Facultad de Buenos Aires y me invitó a que diera una charla, experimental claro, en la cátedra de la Universidad.
Asentí gustosamente.

Era un hombre de origen español, muy agradable, simpático y muy abierto, y muy receptivo.
Me dijo: ‘‘Yo voy a meter en este sobre el dibujo que realizado’’.
Y así lo hizo.

Yo captaba un aviso dentro de mí. Es curioso. Tenía una sensación de afecto, de sentimiento. No lo capté, hasta que él, pensó y emitió amor y afecto hacia una de sus hijas.
Había dibujado un corazón, y yo lo reproducí exactamente.

Por ahora, la facultad que mejor me responde es la Psicometría.
Cuando yo tomo un objeto que ha pertenecido a una persona, que la ha llevado algún tiempo, ha quedado impregnada de sus vibraciones personales y yo entonces, puedo captar estas vibraciones y sentir su estado anímico de aquel instante, y aquellos acontecimientos que tengan una repercusión en el estado psíquico como físico. Y con ello, he logrado resultados sorprendentes, pero claro, siempre no puedo entrar en el nivel adecuado y unas veces quiero… y no puedo. Hay factores, como ya he dejado dicho, distorsiones internas y a veces ambientales y externas. Mi última experiencia fue en Estados Unidos, el año pasado y no voy a revelar nombres, porque no estoy autorizado a ello, ya que se trataba de localizar una persona desaparecida, que más tarde se localizó.

Se encontró en una ciudad del Canadá. Había tenido, la persona a la cual me refiero, una vida conyugal muy conflictiva, era un hombre muy importante y decidió desaparecer. Se cambió de nombre y se marchó al Canadá. Fueron llamados tres sensibles. Uno sudamericano, otro indonesio y yo. Estuvimos trabajando conjuntamente durante varios días, en una residencia especial, rodeados del ambiente que nosotros impusimos y trabajamos en franca armonía con superaciones positivas. Sobre todo el indonesio, era un perceptivo fabuloso y extraordinario, y entre los dos, logramos descubrir en dónde se encontraba escondido este hombre. La ciudad era Vancouver.
¿Pero qué se creen ustedes? Cuando traten de desarrollar este poder y traten de trabajar con él, inclusive de forma afectiva, ¡pobres de ustedes!
Las dificultades comenzarán entonces, porque unas personas, les tildarán de ‘‘locos’’ y otros de farsantes, pero a mí esto, ya no me afecta para nada. ¡Me lo han dicho tantas veces, que era un farsante y un ilusionista!

La Parapsicología hoy día y siempre, ha provocado resistencia en las personas y muchas de ellas, fíjense bien, he comprobado que esta resistencia es debida a la idea errónea de que sus mentes queden invadidas, por algunos estímulos desconocidos. Claro que esta circunstancia es inaceptable.
También es verdad, que la propaganda moderna sobre la Parapsicología y los medios de información, TV, Cine, Radio, etc. han contribuido a desvirtuar, a deformar, podríamos decir, lo que es y representa la Parapsicología en sí.

Y aunque la ciencia admite, por ejemplo, que la comunicación mental, la Telepatía, ocurre y puede ocurrir, los detractores han existido en todos los tiempos.
Pero en nuestra época materialista y escéptica, esto se ha hecho más evidente. Por eso personas inteligentes y bien preparadas y grandes científicos e investigadores, no están de acuerdo con la Parapsicología, porque cuando se encuentran con efectos y hechos que no se pueden explicar por los medios que les han proporcionado las Universidades, se sienten heridos en su orgullo personal de científicos y lo niegan o rechazan.

Y esta burla y este escepticismo proseguirá mientras los centros de investigación, que se vayan creando, no aúnen sus esfuerzos muy cooperativos y adopten unos sistemas de investigación correctos para la Parapsicología.

Referente a la Premonición y a sus fenómenos, podría relatar muchos hechos, porque durante algún tiempo me apareció esta facultad, aunque más tarde se me diluyó.
Algunas veces aparecía de forma esporádica y repentina, aunque algunas otras, la pude aplicar en el momento en que deseaba, captando acontecimientos del futuro.
Recuerdo muy bien, que en el año 1942 en San Sebastián en una sesión en la cual se encontraba el gran poeta Agustín de Fossá y hablando particularmente me dijo: –entonces era soltero–, bueno Fassman, qué ve usted en mi futuro.

Le dije que durante tiempo, le veía en España y luego como diplomático fuera de España y acompañado de otra persona, se casará. Esbozó una sonrisa un poco escéptica. Continué diciéndole que iría como diplomático a un país sudamericano y que su esposa le traería muchas dificultades.
Pasaron los años y en 1949, nos encontramos en la inauguración del Hotel de Punta del Este; él, estaba allí en compañía de su esposa. Estaba entonces de embajador en Santiago de Chile.
Al poco tiempo hubo ruptura total en su matrimonio.
Recuerdo que cuando nos encontramos se mostró muy impresionado. Recordaba exactamente el pronóstico que yo le había hecho en San Sebastián. Me dedicó un verso, que todavía guardo y dice así:

Voy ahora, a detallarles otra de las experiencias premonitorias que tuve, aunque menos clara, menos nítida, pero también impresionante para mí. Salía de Bogotá, para realizar mis experiencias en el Teatro Nacional de Caracas. Eran los años cincuenta. Al subir al avión sentí una tremenda opresión, una angustia y un malestar agobiante, y no sabía el motivo de estas sensaciones. Sin embargo, presentía que algo iba a ocurrir; me daba cuenta de que aquel viaje no iba a ser bueno para mí.
Notaba que algún acontecimiento anómalo iba a suceder, pero no podía explicar qué era.

Esta sensación, continuó hasta llegar a Caracas. Al llegar a esta ciudad, en el hotel donde me alojaba, no me pude acostar a pesar de que no me encontraba bien.
Me encontraba desequilibrado. Tenía una rueda de prensa que no pude recibir y mi secretario se excusó, dando las pertinentes explicaciones de mi estado físico.
Esto ocurría un lunes. El miércoles tenía que realizar mi presentación en el Teatro Nacional de Caracas, como ya dije.
Llegó el día y después de realizar la presentación, en el intermedio, dos señoras que se encontraban en un palco, pidieron para hablar conmigo.
Era la señora del coronel Chaugó, Presidente de la Junta Militar. Me felicitó y me comunicó que estaba muy interesado su marido, en tener un contacto conmigo, en un momento en que sus muchas ocupaciones se lo permitieran.

El era muy aficionado, había tenido varias experiencias y deseaba tener una entrevista conmigo en su residencia.
Yo acepté con mucho gusto…, pero en aquellos días y los que vinieron, me encontré, en muy baja forma, había en mí, una resistencia que no me dejaba trabajar y desarrollarme plenamente.
A mi secretario por aquel entonces, señor Arenas, colombiano, le dije que mandara un cable, indicando que me encontraba enfermo y por tanto me era imposible asistir a la entrevista.
El telegrama llegó a su despacho el domingo… El lunes por la mañana, el Presidente de la Junta Militar, era asesinado en la calle, cuando se dirigía a su despacho. Encima de la mesa, se encontraba mi telegrama, que no fue nunca recibido por él.
Después se comentó mucho este hecho.
Ahora bien, puedo decir qué pasaba.

Al sentir que ‘‘algo’’ iba a ocurrir, me encontraba mal en todos los aspectos y sentidos. Sin embargo, nunca pude llegar a descubrir el porqué de mi malestar, hasta que el hecho, ocurrió inevitablemente.
Así ocurre, que muchas veces los mensajes no se presentan, con la realidad que uno desearía, si fuese perfecta la captación del mensaje se podría prevenir muchos acontecimientos desagradables.
Y así podría seguir relatando centenares de experiencias, de toda índole, que me han ocurrido en mi larga trayectoria, en la investigación del mundo extrasensorial.

Podría llenar páginas y páginas…, y todas ellas, con cientos de testimonios que darían fe de todo lo que estoy diciendo.
La entrada a nivel mental adecuado de cada uno de nosotros en el mundo extrasensorial, debe fabricársela uno mismo. Cada sensible tiene un ‘‘psi’’ particular.

Por ejemplo, el sensible indonesio que conocí en Estados Unidos y con el cual tuve la satisfacción de trabajar, señor P.T., (pues no estoy autorizado tampoco, a decir su nombre), se tomaba la rodilla con la mano.

Al ver este gesto, le dije: ‘‘¿Con qué objeto se coge la rodilla con la mano?’’.
Me contestó que así lograba su ‘‘psi’’ señal.

De esta forma, sabía que lograba poner en marcha ‘‘su’’ facultad. A modo de ejemplo, deseo que entiendan esta circunstancia personal de cada uno.
Cada sensible posee un medio distinto de conseguir despertar su fuerza. Y es que en las fuerzas mentales, en los poderes de la Parapsicología aún no se ha dicho todo, ni mucho menos. Estamos como quien dice, rascando la piel de los poderes de la mente, y no debemos desfallecer en nuestras investigaciones, aunque éstas se vean acompañadas en muchos casos del fracaso. El triunfo, siempre hará acto de presencia.
Amigos lectores, hasta la próxima.

(Continuará en el próximo número)

PROFESOR FASSMAN

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