HEMEROTECA- Especial FASSMAN |
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FEBRERO 1977 – Año VI – Núm. 51
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FASSMAN ESCRIBE PARA VD. |
YO Y LA PARAPSICOLOGIA
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Si admitimos que el pensamiento conduce a la acción, el pensamiento positivo llegará a ser el árbitro de nuestra conducta y destino.
Los muchos que, sistemáticamente, se empeñan en negar el libre albedrío humano y sostener el determinismo universal, cometen un grave atentado contra la estabilidad armónica de la humanidad.
Utilizando la energía psíquica conjuntamente con los procesos mentales correctos, el hombre es capaz de crear nuevas situaciones, al objeto de alcanzar sus objetivos y forjar su destino personal.
Unicamente así estará en condiciones de poder encontrar la respuesta a las preguntas que constantemente se formula: ¿Quién soy yo? ¿De dónde vengo? ¿A dónde voy?
Aún admitiendo la fragilidad de la hipótesis sobre la naturaleza y significación de la glándula pineal, considerándola como enlace entre el plano físico y espiritual, quienes siguen considerando al cerebro como una máquina que opera según determinadas leyes de la física y de la química, tampoco han podido detectar este agente invisible al que llamamos espíritu, ni siquiera utilizando los más avanzados instrumentos que la tecnología moderna ha puesto en sus manos.
Es sabido, por añadidura, que una de las causas de la inseguridad y el miedo con que vive el hombre estriba en el convencimiento de que debe morir, y este temor ante la muerte atenta sensiblemente su equilibrio psicofísico.
Por fortuna, los que como yo sustentamos la creencia de un mundo espiritual, más allá del plano físico, estamos pues cerca de escapar de este miedo inveterado a morir apoyados por la fe que nos guía y conduce hasta la paz mental.
En consecuencia, amigo lector, deberá comenzar contestando estas tres preguntas que he formulado anteriormente, y al propio tiempo me sentiré muy complacido si mis modestos escritos le proporcionan un poco de luz y comprensión, y le sirvan de estímulo y ayuda para darles respuesta.
La poca luz de que dispongo me fue dada a través de esta nueva dimensión, y al igual que a mí puede también obtenerla si la pide con fe verdadera.
En el mismo lugar donde se encuentra leyendo estas líneas, existen alrededor suyo millones de mentes invisibles dispuestas a ponerse en contacto con su mente si aprende a desearlo. Esta multiplicidad de mentes contienen todos los secretos del presente y del pasado. Ahí están los grandes genios que transitaron por el mundo en anteriores generaciones. Todos ellos siguen existiendo en esta dimensión desconocida, y Ud. es parte integrante de esta vibración-luz que se expande por todo el universo visible e invisible.
Esta energía psíquica, se desplaza a una velocidad millones de veces superior a la luz y no está sujeta a las leyes del tiempo y del espacio. Es un mundo diferente, consiste en el nivel cósmico y representa la unión con el infinito. Su percepción se produce por medio de un vasto lenguaje de sensaciones, y difícilmente podemos hallar los términos adecuados para describirlo con rigor.
El afortunado mortal que consigue alcanzar esta dimensión recibe la luz que ilumina el camino de su vida. Ya no se siente solo. Adquiere la certeza de que la luz acudirá en su ayuda en el momento oportuno que la necesite, y aquélla aparecerá como un destello repentino desde el fondo de su mente.
Si Ud., lector, es espiritualista, tengo la certidumbre de que me entenderá perfectamente y sabrá buscar el camino de la iniciación. Una vez logre esto, se verá conducido a un lugar más alto desde el cual abarcará un extenso y radiante espacio.
Según el lugar del mundo en que se desarrolle el esoterismo, éste se manifestará bajo aspectos diferentes, siempre de acuerdo con la distinta problemática existencial del hombre.
En nuestro mundo occidental aparece bajo otras denominaciones y características, identificándose como Psicodinamia, Dinámica Mental y otros vocablos. Sin embargo, su propósito es siempre el mismo, consistente en demostrar –sea por diferentes caminos– que el hombre está en posesión de potencias divinas, siendo su objetivo activarlas convenientemente.
Estas enseñanzas, a lo largo de los últimos veinte años, han sido perfeccionadas y puestas al día, debiendo establecer la salvedad de que la concepción filosófica que las envuelve es bastante similar en todas ellas al Zen originario, pese a haber experimentado infinidad de modificaciones.
Se tiene conocimiento que a principios del presente siglo un maestro tibetano se puso en comunicación telepática con varios sensibles occidentales. Sin embargo, éstos distorsionaron sus genuinas enseñanzas, sin duda en forma involuntaria. Los tibetanos, a su vez, tenían conocimiento de esta alteración y es de suponer que lo lamentaron profundamente. La causa de este desacierto se debió a las dificultades surgidas al tener que adaptarlas necesariamente al mundo occidental.
A los budistas, por otra parte, les fue fácil conservar la integridad de esta filosofía debido a la circunstancia de su aislamiento geográfico. A pesar de ello, estos principios filosóficos se extendieron a otros lugares y actualmente siguen vigentes en diferentes partes del mundo.
También Jesús enseñó con la luz del espíritu y curó a los enfermos con esta energía interna y dijo: ‘‘Lo que yo hago, todos los hombres pueden hacerlo’’. El vino para enseñarnos las fabulosas posibilidades latentes que poseemos.
LA MULTIPLICIDAD DE MENTES QUE EXISTEN A NUESTRO ALREDEDOR, POSEEN LOS SCRETOS DEL PRESENTE Y DEL PASADO
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La psicodinamia, de la cual os seguiré hablando, es quien puede proporcionarnos la técnica adecuada para un mejor y más positivo enfrentamiento con el cotidiano vivir. Quien pretende iniciarse deberá familiarizarse con estos sistemas, en primer lugar con el maestro, más tarde procurando su aplicación al medio donde desee desarrollarse para vivir.
Si aprende a descubrir esta luz interior, estará en condiciones de ponerla al servicio de su hogar, de su profesión y de su evolución social, así como incrementando considerablemente su expresión creativa. Las consabidas dificultades que surgen a lo largo del camino de la vida pueden ser así eliminadas, y superados los conflictos producidos por los diferentes condicionamientos a los cuales haya estado sujeto. Asimismo, al descubrir esta fuente interna de energía, potenciará su personalidad convirtiéndola en efectiva y dinámica.
Estos sistemas difieren en sumo grado de otros métodos psicológicos. Gran número de estas escuelas no admiten ni permiten que las diversas experiencias dejen residuos, a semejanza de lo que ocurre con la ingestión y asimilación de alimentos, siendo comprensible que las experiencias negativas mal asimiladas obstruyan la percepción y la sensibilidad. Los psicoanalistas las identifican con la denominación de ‘‘complejos’’. A partir del momento en que la experiencia no esté bien dirigida y asimilada, se aparta del nivel consciente, para después ejercer su influencia perturbadora a través de los demás niveles de la conciencia.
En la Psicodinamia, lo que se considera como valor positivo es aceptado y asimilado; lo que no sirve o es negativo, se quema y elimina como elemento nocivo y perturbador.
A medida que se descubren los diferentes aspectos de la personalidad, tiene lugar el desarrollo formal de la perspectiva psicológica y, con ello, el yo personal adquiere una correcta evaluación que lo aleja de la inseguridad y del temor.
Todo ser humano lleva dentro la compulsión de su libertad y la certeza de que puede ser el árbitro de su destino, al tiempo que se siente libre para alcanzar el nivel cósmico a través de sus niveles secundarios. Pese a contener las ideas transmitidas genéticamente y las proporcionadas y adquiridas por el medio, Dios nos concedió a todos la virtud del libre albedrío, facultad inmanente que todavía conservamos.
La mayoría de los obstáculos oponiéndose a un avance efectivo de su evolución personal ha sido creada por el hombre mismo que, condicionado por imágenes falseadas y caminos erróneos, verá perturbado su equilibrio psicofísico.
La Psicodinamia es el procedimiento idóneo para demoler obstáculos a la evolución humana. Creada a nivel consciente, consiste en un despertar fuera de este nivel y en una movilización de energía para alcanzar el nivel más alto.
Dentro del mundo actual estamos presenciando el hecho de que en las relaciones sociales el poder volitivo está totalmente invertido. En realidad se manifiesta y desarrolla como abuso del poder que ejercen entre aquellos que todavía no han podido descubrir sus poderes internos. El poder de organización es desviado hacia la intolerancia y el odio, y sus efectos destructores se manifiestan desorganizando y desuniendo.
Martín Lutero llamó a este nivel ‘‘la prostituta’’, al reconocer que el raciocinio estaba invadido por procesos mentales negativos. En Psicodinamia esotérica la conocemos como la ‘‘eterna mentirosa’’.
Determinadas filosofías orientalistas aseguran conseguir esta personal superación en forma repentina, generalmente a través de la revelación mística, pero sin considerar el hecho de que para su logro es indispensable una preparación previa y un entrenamiento metódico. He llegado a esta conclusión a través de la experiencia obtenida con millares de cursos impartidos a grupos humanos de todas las condiciones sociales. También he conocido a muchos que se han servido de cualquier medio para alcanzarla. Uno de los más utilizados consiste en los procedimientos psicodélicos. Desgraciadamente, estos sistemas son incapaces de frenar la tremenda carga de energía inducida por la droga, y además no hace falta insistir sobre sus nefastos efectos en el sistema nervioso, cuestión por todos sobradamente conocida.
El procedimiento correcto estriba, por el contrario, en descubrir esta energía, proveerse convenientemente de ella y expandirla después hasta conseguir los efectos deseados. La energía, por sí misma, responde a los dictados y órdenes que el pensamiento le sugiere.
Muchos de los que tratan de alcanzar la luz caen con frecuencia en un tremendo error, especialmente los orientales, que promulgan el propósito de prescindir de determinados placeres corporales, considerados por ellos como nocivos y sometiendo al organismo a dietas y ayunos innecesarios.
Una vez haya sido lograda la unificación interna, es necesario armonizar las energías hasta conseguir esta equilibrada polarización, indispensable para mejorar las relaciones interpersonales, determinando de este modo las estructuras de cada uno de los niveles.
Mediante estos sistemas, la Psicodinamia consigue la adopción de nuevas actitudes emocionales y la formación de positivas imágenes mentales. Es éste el camino seguro y correcto para llegar al bienestar físico y mental.
Nuestra existencia transcurre dentro de este mundo psíquico invisible, y es precisamente a través de esta dimensión desconocida cómo se puede operar más allá del nivel habitual. Como habitantes de este planeta, estamos inmersos en el seno mismo del inconmensurable universo, donde sabemos que nuestro destino es divino, y así en esta dimensión cósmica es como podemos hacer realidad nuestras aspiraciones superativas.
En los surcos más profundos de su cerebro yace, efectivamente, un maravilloso mecanismo que, tan pronto como aprenda a manejarlo, podrá movilizar la fuerza psíquica necesaria para remediar los males de su cuerpo y alcanzar un perfecto nivel de salud física y espiritual.
Tengo a bien recordar aquí el caso de una alumna mía que durante largos años padeció de dermatosis aguda. Los médicos que la asistían afirmaban que era una alergia y era necesario descubrir el agente patógeno que la producía en su organismo. Sin embargo, transcurrió el tiempo sin encontrar remedio alguno a esta enfermedad. Se decidió entonces a participar en un curso de Psicodinamia y aprendió a movilizar las energías curativas. La dermatosis fue disminuyendo progresivamente hasta desaparecer totalmente. Podría contar muchos casos semejantes al expuesto, y por otra parte, la ciencia médica oficial admite plenamente el poder mental sobre el cuerpo u organismo somético.
Resumiendo: Lo que Ud. es en este momento es igual a la suma de todo cuanto le ha sucedido más la forma con que reaccionó desde el punto de vista mental y emocional. Al abandonar este mundo nos llevamos la esencia de todas estas experiencias para ser utilizadas en otros planos de existencia. No concibo que pueda ser de otra manera.
¿Cómo es posible alojar tanta cantidad de energía psíquica en el reducido espacio de la mente, si los resultados finales resultasen ser, absolutamente, la total destrucción de este instrumento material? Evidentemente, ello no tendría sentido alguno.
A partir del momento en que se logra conectar con los distintos niveles mentales, ya sea a través de una actitud física adecuada o bajo los efectos del sueño fisiológico, así como también por medio de la autohipnosis, podrá Ud. comprobar cuán fácil resulta recibir por vía extrasensorial la información y la orientación precisas para regir su vida y para ayuda de las demás personas.
Bajo los efectos del sueño fisiológico, entramos inconscientemente al umbral de esta dimensión, cuyo mensaje se recibe en forma de sueños revestidos de un extraño simbolismo, irreal y extravagante. Antes de entrar en el campo de la actividad onírica, bastará formular sus deseos con fe, y al penetrar al nivel del sueño fisiológico, manteniendo el deseo intenso de entrar en esta dimensión y recibir por este medio la guía y orientación que necesita para avanzar con éxito en el complicado laberinto de la vida.
Manteniéndonos bajo este estado onírico, el cuerpo astral se desplaza y se une a la conciencia universal, allí donde se enlazan todas las almas en un eterno presente.
A partir de este momento creo que se hace necesario resumir todo cuanto anteriormente se ha citado como más significativo.
El mundo número dos es el Subconsciente, denominado también ‘‘Mundo Subliminal’’. Entre este número dos y el mundo número uno, que es el consciente, tiene lugar un constante intercambio de imágenes, así como también con el tercer mundo o Inconsciente.
Del mundo número dos surgen infinidad de recuerdos y asociaciones. Mediante este intercambio más o menos equilibrado se resuelve la actividad dinámica de la vida. En la medida en que queda eliminado el mundo uno se comienza a penetrar en los diferentes niveles hasta alcanzar el mundo número cuatro, o cuarta dimensión, de naturaleza extrasensorial. Es en esta última dimensión que se utiliza el doble etéreo o cuerpo astral. Bajo el estado hipnótico o sueño fisiológico, y especialmente en situaciones dramáticas de gran emergencia, el ‘‘doble’’ puede separarse del cuerpo físico y desplazarse a largas distancias, salvando a su paso todos los obstáculos.
(Continuará en el próximo número)
PROFESOR FASSMAN
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