HEMEROTECA- Tomo II |
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NOVIEMBRE 1974 – Año III – Núm. 24 |
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NATURISMO |
LA TERAPEUTICA NATURISTA
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LA HIDROTERAPIA
El agua siempre ha sido uno de los más notables elementos de la Naturaleza, y en el agua, se supone, anidó la primera célula vegetal y animal, engendrándose el principio de la vida en este precioso líquido. Las curas por el agua o por las diferencias térmicas son asombrosas, siempre que sean correctamente aplicadas. El agua es un gran disolvente de malos humores, como dice un viejo maestro, y hay que reconocer que es el más antiguo remedio de la medicina naturista, tan viejo como casi la vida misma… La historia de la Hidroterapia, comenta el doctor Gimeno, empieza con el hombre, mejor diría con el reino animal, ya que ellos tuvieron que soportar las lluvias, el vadeo de los ríos, etc., disfrutando por instinto de sus beneficios.
LAS TERMAS ROMANAS
Los que iniciaron el empleo del agua como principio curativo fueron probablemente los chinos, los griegos también solían emplearla para multitud de usos terapéuticos, pero de seguro sus conocimientos procedían de Oriente. Quienes mejor enaltecieron las virtudes salutíferas y curativas del agua, fueron indudablemente los romanos, que nos legaron, sobre todo en España, multitud de testimonios de sus famosas termas o Caldas. Hace poco tuvimos ocasión de visitar los quizá más importantes baños de los romanos, los de Caldas de Montbuy, donde pudimos leer esculpido en la piedra el agradecimiento al dios Apolo, por haber recuperado la salud Julia y un sobrino de César. Desde entonces, con determinados altos y bajos, se han venido utilizando los baños calientes y se han montado casas de salud y balnearios a su alrededor, de las que existen afortunadamente en nuestro país muchas y bien acreditadas.
EL PIONERO MODERNO
No fue un científico ni un investigador adornado de casacas y títulos quien popularizó las curaciones milagrosas que podían hacerse con el agua; fue un campesino alemán llamado Vicente Priessnitz, gran observador de los animales y de la naturaleza, que extrajo de ellos unos conocimientos y prácticas, que han dado la vuelta al mundo y que han sentado los grandes pilares de la hidroterapia moderna, como uno de los grandes recursos para recuperar la salud perdida o comprometida.
El sistema de Priessnitz se basa en la provocación de crisis de agudización por aplicaciones hidroterápicas, alternando las calientes con las frías. Tanto los baños totales como los parciales del campesino que diera fama a Grafenberg, así como las abluciones, chorros, compresas, baños de asiento y vitales del abate Kneipp o del ebanista Luis Kuhne, demostraron al mundo entero ser de grandiosa eficacia en los estados febriles y agudos, si son llevados por un buen experto, ya que como todo en la vida, se requiere un mínimo de experiencia y de ojo clínico en su aplicación.
Las reacciones térmicas del profesor Lezaeta, como toda la gama de la hidroterapia actual, hasta los baños de vapor y las saunas finlandesas, facilitan enormemente la eliminación de venenos, toxinas, etc., y sobre todo el temido ácido úrico, gran generador de enfermedades de todas clases y en especial de las reumatoideas. Los citados baños de vapor, de parecidos resultados, si son correctamente aplicados, también se deben en gran parte a la labor y partido que de ellos sacó otro profano de la medicina alopática, que se llamó Arnold Rikli, nacido en el cantón de Berna en la segunda mitad del siglo pasado.
LA HELIOTERAPIA
El mejor impulsor de la helioterapia creemos que fue el doctor G. Leo, del Hospital Necker de París; él solía decir que consistía en ‘‘dejar caer sobre la piel desnuda los rayos del sol, sin interposición ni de cristales ni de vestidos ni de nada’’. También la helioterapia, resucitada y tan de moda en la época actual, ya la practicaban los vedas unos 15 siglos antes de Cristo, y también la recomendó el venerable Hipócrates. Igualmente, los baños de sol, que parecen tan fáciles de tomar e inocuos, es conveniente que al principio sean dirigidos por un experto, médico o naturópata, puesto que de las incorrecciones o de las imprudencias al tomarlos, pueden producirse daños graves hasta irreparables, insolaciones, quemaduras, congestión cerebral, etc.
BAÑOS DE SOL IGUAL A SALUD Y VIDA LARGA
No obstante, tomar baños de sol con la cabeza cubierta, empezando gradualmente y durante varios días, de vez en cuando, puede y debería hacerlo todo el mundo, niños, adultos y ancianos, sin otro control que el que dicta un claro y recto sentido común o de intuición, ya resulta ser altamente beneficioso, de efectos tonificantes y calmantes en todos los tejidos, especialmente en el nervioso, al que le da vitalidad y fuerza motriz, aparte de ser un gran activador de las defensas orgánicas.
Con respecto a la toma de los baños de sol también caben dos extremismos no viables: uno, de tipo fisiológico, además de los aludidos, ya, es el de tostarse, o asarse, mejor dicho, como un langostino y provocarse incluso ulceraciones precancerígenas, y otra, de tipo moral, al pretender llevar su beneficioso contacto al desnudismo permanente e integral, a todas luces inadmisible de momento en nuestras latitudes.
LA GEOTERAPIA
La ciencia actual quizá no ha captado todavía la importancia que tiene el asiento del hombre: La tierra, esta tierra que hace crecer las plantas, desarrollar las flores y los frutos. La tierra, la arcilla más concretamente, es otro gran aliado del hombre para combatir enfermedades y afecciones. En Egipto se viene tratando desde épocas milenarias el reumatismo con baños de lodo calentado por el sol. La curación de diversas dolencias son factibles hasta fácilmente con cubrimientos de tierra o por arena del mar en seco. El cubrir el cuerpo, o casi todo, con barros apropiados y asépticos, es de gran eficacia en los trastornos metabólicos, afecciones cutáneas, activación circulatoria, etc.
‘‘DEL MISMO BARRO…’’
El profesor Felke se hizo famoso en toda Europa no hace muchas décadas, por su sistema naturista y por el empleo en preferencia del barro; lo utilizaba en compresas y emplastos, en el tratamiento de heridas externas de la piel, hinchazones, dislocaciones, fracturas óseas y en muchas enfermedades internas dolorosas. ‘‘La tierra hay que aplicarla sobre la tierra’’, solía decir, como dando a entender que el hombre, al fin y al cabo, era y volvería a ser tierra. El académico y querido amigo doctor V. Ferrándiz, suele recomendar, para determinados casos, la ingestión de ciertas dosis de arcillas en partículas muy finas y en virtud de las cuales ha conseguido recuperaciones muy notables y espectaculares.
Adolfo Just fue un ex-desahuciado por toda la ciencia médica. A los diez años, y gracias a su afición a la contemplación de los fenómenos naturales, se especializó en naturopatía, fundando en Alemania el Instituto Yungborn, que alcanzó fama mundial sólo con los tratamientos geoterápicos, dejando al morir varias obras didácticas y de estadística, probando sus numerosos éxitos.
LA PSICOTERAPIA Y LA SOFROLOGIA DE HOY
Desde tiempos remotos se han curado enfermedades o mitigado muchos dolores de diversas dolencias por medio del hipnotismo, del magnetismo y por la autosugestión. Sugestionar al paciente, cuando el operante posee una acrisolada personalidad y una buena moral, rinde grandes beneficios en los procesos curativos, brindarle fe y esperanza ciega al enfermo, siempre ha traído excelentes resultados. ‘‘La fe mueve las montañas’’ reza un viejo refrán, y a esta fe se deben una legión de milagros en todos los templos y ríos sagrados del mundo.
La hipnosis y la psicoterapia es una ciencia bien antigua también, que por cierto se ha prestado a lo largo de la historia al fraude, al embaucamiento y la charlatanería, manejado por personas de baja estopa, desacreditada largo tiempo.
(Continuará en el próximo número)
D. BELLSOLA
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