| HEMEROTECA- Tomo I |
VOLVER A HEMEROTECA  |
 - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
ENERO 1973 - Año II - Núm. 3 |
| |
HERMETISMO |
RITOS Y RITUALES DEL ARTE REAL |
Introducidos desde hace tiempo por medio de estas páginas en los dominios que son propios del arte de los sabios, he aquí que hemos creído conveniente analizar un poco toda esta sarta de historias al respecto de los ritos, ceremonias, etc., que se atribuyen comúnmente a este mundo mal llamado por el vulgo ocultismo. No entraremos en detalles en este presente escrito acerca de tal o cual rito, si es o no es etc., sino que daremos por sentado de que sí, efectivamente en el mundo del hermetismo, como en el mundo de las religiones, en el mundo de la brujería y en el mundo de las supersticiones existen estos ritos o ceremoniales, los cuales no analizaremos aquí como decíamos más arriba sino que nos limitaremos a presentar una problemática bien definida de “lo que es” y de “lo que se usa” corrientemente en estos dominios; si actúan o no, si son necesarios, si constituyen aberraciones de las mentes calenturientas o no, será cosa más profunda que podría constituir el tema a desarrollar de un nuevo artículo. Por el momento nos contentaremos con hacer una disección profunda tomando las cosas de frente como son en la realidad, pero siempre en plan de síntesis para no entrar en una u otra tendencia constituyendo un escandallo con el cual podamos construirnos un patrón madre para poder medir después los casos particulares sobre el asunto que nos ocupa. Una vez más intentamos levantar el siempre oscuro velo de Isis para adentrarnos en los dominios habituales de quienes se entienden entre sí por medio de la lengua de los pájaros.
La alquimia, la astrología, la magia, el hermetismo en general comprende en forma amplia para las operaciones a efectuar dos aspectos principales:
1.º El aspecto ceremonial que implica un rito y un ritual.
2.º El aspecto personal donde el rito queda reducido al mínimo, pero donde el ritual conserva todo su valor.
Bajo el aspecto ceremonial la operación proviene siempre de la alta magia, lo mismo si se encuentra deformada o alterada, o cuando ha degenerado y entonces le aplicaríamos el nombre de brujería e incluso que ésta sea falsa y constituyese un simulacro o una parodia. No se trata de la “calidad” de la ceremonia, sino únicamente la forma lo que nos dará la “categoría” en qué clasificar la operación de que se trata.
Sobre el aspecto personal la operación puede no provenir de la alta magia, pero sí en cambio de la magia común. Designaríamos por este nombre a una magia donde las formas simplificadas y vulgarizadas se encuentran a la disposición de quienes posean dones excepcionales para operar y también de cualquiera sin dones especiales que quieran aprovecharse de los medios llamados ordinariamente mágicos.
MAGIA PERSONAL
Y MAGIA CEREMONIAL
La magia personal es tan regular como la magia ceremonial y contiene todos sus valores. Si los requisitos operatorios se observan estrictamente sus efectos pueden ser idénticos, repetimos, en ciertos casos solamente y no en todos, ya que cuando se opera personalmente con medios reducidos no es posible utilizar energías, las cuales por su carácter general, pueden dar un mayor poder, pues entre la magia personal y la magia ceremonial la diferencia radica principalmente sobre la amplitud del campo de acción.
Los ritos y los rituales empleados en magia ceremonial se caracterizan necesariamente por una gran precisión. Proviniendo de la teoría general que es racional y debe tener en cuenta el determinismo universal donde el funcionamiento es matemático ellos no pueden sufrir ningún cambio, ninguna variante, es por esto que se puede observar que en las ceremonias incluso en las más alteradas, los ritos esenciales son rigurosamente observados y los rituales que deben acompañar contienen siempre al menos las palabras más importantes. En magia personal los ritos son menos complicados, sobre todo, menos numerosos, eso sí, son o deberían ser lo más exactos posibles. Desde este punto la simplificación no quita nada a la precisión porque ella conserva los elementos esenciales de la forma operatoria sólo los rituales son totalmente diferentes de los de la magia ceremonial, razón que se comprende de hecho ya que la operación tiene un carácter únicamente subjetivo y entonces las palabras a pronunciar no pueden tener un tinte impersonal.
A lo que comúnmente llamamos rito consiste:
1.º En el empleo de diferentes objetos como indispensables para operar en condiciones determinadas.
2.º En la disposición particular de estos objetos en un local reservado especialmente para estas operaciones.
3.º En las vestimentas del operador, el cual se recubre de ciertas vestiduras apropiadas para cada operación.
4.º En diversas actitudes que toma sucesivamente el operador y que la acompaña con gestos debidamente prescritos.
A lo que constituye el ritual son entonces las palabras que según el ceremonial y el operador pronuncia según sea en voz baja o en voz alta y que a menudo también él canta de una forma determinada. En el caso de la magia personal la simplificación del rito descansa:
1.º Sobre el número de objetos empleados, pero no sobre su calidad que permanece idéntica.
2.º Sobre el local que puede ser cualquiera, y no el lugar de un local especial.
3.º Sobre las vestiduras del operador, reducidas a las indispensables para que la práctica sea valable.
4.º Sobre las actitudes y gestos del operador que se reducen a un mínimo útil.
Los objetos que necesita toda ceremonia mágica son escogidos según la teoría de las correspondencias y pueden clasificarse en cuatro clases:
1.º La de las Vibraciones Luminosas, destinadas a la producción de llamas.
2.º La de las Vibraciones Aromáticas, que tienen por objeto modificar la composición de la atmósfera, perfumándola.
3.º La de los Contactos Fluídicos, que tiene por efecto el catalizar las energías utilizables.
4.º La de las Condensaciones Fluídicas, que tiene por misión el acumular la energía recibida.
Las llamas son producidas generalmente por cirios de cera con mecha de lino o de algodón.
Las fumigaciones consisten en la combustión del incienso pulverizado por medio del carbón vegetal incandescente.
El objeto que sirve para poner en contacto al operador con los fluidos a utilizar es siempre una punta metálica de hierro o acero. Esta punta constituye la antena que recoge las ondas. Comúnmente ella toma la forma de una espada.
Las sustancias destinadas a condensar los fluidos son líquidos. Los principales son de una parte el agua natural, por otra el aceite de oliva.
EL LUGAR DE LAS OPERACIONES
El lugar reservado para las operaciones mágicas recibe el nombre de templo. Toda operación mágica debe estar circunscrita dentro de un perímetro restringido y definido, cuyo centro se considera para definir el determinismo indispensable.
Ester perímetro tiene casi siempre la forma de un círculo. Hablar al respecto de los círculos mágicos nos conduciría a sentar una nueva problemática, por lo que sólo esbozamos la cuestión pasando a desarrollar otros aspectos también interesantes de las operaciones mágicas.
Dentro del círculo mágico el operador lleva unas vestiduras cuya substancia y cuyos ornamentos no son arbitrarios. Toda vestidura debe ser un aislante en el concepto más amplio de la palabra, tanto físico como metafísico. La utilidad de los signos bordados en estas vestiduras es el de poner a las mismas en armonía con la Ley de Correspondencias planetarias de acuerdo con las operaciones de que se traten en cada caso.
Cada ceremonia se desarrolla según un ceremonial establecido conforme al determinismo de la operación. Las actitudes y los gestos del operador están dirigidos a emplear y dirigir convenientemente las fuerzas utilizadas, mientras que sus cantos o sus palabras se amoldan al proceso armónico de las corrientes fluídicas.
Las actitudes se pueden clasificar en dos categorías: Status de pie, que es una actitud activa o de acción, y la postergación que es una actitud de pasividad.
LAS ACTITUDES SE PUEDEN CLASIFICAR EN DOS CATEGORÍAS: STATUS DE PIE, QUE ES UNA ACTITUD ACTIVA O DE ACCIÓN, Y LA POSTERGACIÓN QUE ES UNA ACTITUD DE PASIVIDAD.
|
Estando de pie el operador debe juntar sus talones en ángulo recto. El opera girando los dos al Oriente para que su operación sea efectiva: la razón es fácil de comprender ya que la Tierra se mueve de Occidente a Oriente, recibiendo todas las inducciones siderales que las energías cósmicas han combinado. En suma, el operador hace cuerpo con estas inducciones girando en el mismo sentido de estas inducciones. En estas condiciones tiene a su derecha el norte, a su izquierda el sur. De este modo la gesticulación de su mano derecha será siempre activa. Pero la actitud de postergación es pasiva. En consecuencia, será inversa y conforme al movimiento de la Tierra. Ella comporta el giro hacia Oriente. Así se reciben las influencias siderales.
La postergación se consigue también de rodillas, en posición de encogimiento o extendido.
En cuanto a los gestos son variables por razón que ellos acompañan al canto o a las palabras pronunciadas y dependen de estas últimas. Existe, según la teoría de las correspondencias algunos gestos y posiciones de los dedos que representan signos ideográficos mostrando las ideas generales en filosofía, también existen algunas actitudes para los brazos que expresan ideas derivadas de las precedentes. Pero estas actitudes de los brazos marcan más bien las etapas de la enseñanza iniciática y éstas no son rituales, sino es en la conformidad con las ideas de las etapas evocadas.
Las estatuas de las divinidades y de los personajes que los artistas de la antigüedad han esculpido, hacen todos los gestos que indican netamente algunas ideas iniciáticas que quieren manifestar.
Dentro de la magia ceremonial de ordinario actúa un solo operador, él realiza el rito sin que ningún auxiliar intervenga. Si canta o él habla solo, nadie le da réplica. Si son admitidos asistentes, pero esto depende del rito practicado, pueden participar en alguna forma en la ceremonia. Ocasionalmente, dos operadores pueden existir, entonces uno se coloca, uno de cara a Oriente y otro de cara a Occidente. Estas modalidades ritualísticas se van complicando a medida que intervienen más operadores.
CLASIFICACION DE LAS CEREMONIAS
Las ceremonias se pueden clasificar:
1.º Efectivas, cuando ellas tienen por fin el de producir un efecto determinado sea sobre un objeto preciso, sea sobre una persona o una colectividad de personas.
2.º Simbólicas, cuando no tienen otro fin que el de recordar una tradición. Pero las unas y las otras pueden ser:
a) De las solemnidades, entonces las fuerzas generales se encuentran utilizadas;
b) De los sacrificios, donde las energías particulares son empleadas;
c) De las imploraciones, en las cuales son invocadas personificaciones energéticas.
Habría que añadir que es debido a una deformación del rito mágico que el sacrificio implique una víctima como ofrenda de una persona o de una colectividad la cual tenga que ser inmolada, sea parcialmente o totalmente, como en el caso del holocausto. La ofrenda no es un rito en sí misma, sino más bien una práctica ritual con raíces de “don gracioso” efectuado para rendir homenaje al poder de las fuerzas cósmicas o en otro caso como expiación destinada a reparar un perjuicio causado voluntariamente o no al orden natural de las cosas o de los seres constituidos. El sacrificio visto desde este punto de vista es puramente religioso. La alta magia considera el sacrificio en el recto sentido del modo latino “Sacrum facere”, es decir, efectuar un rito llamado sagrado; y el rito mágico no implica ninguna víctima ni ofrenda ni expiación, etc., en ninguno de los casos según la tradición de los maestros en el arte, todo lo demás son por ende degeneraciones de las ceremonias.
Al respecto de los ritos podríamos decir que pueden agruparse en cuatro clases también, es decir:
1.º De Consagración cuando tienen por objeto reservar a una persona o a un objeto para un uso determinado normalmente mágico o religioso.
2.º De Execración cuando al contrario del caso precedente tienen por objeto apartar a una persona o a un objeto de tal o cual organización establecida, sea natural o establecida.
3.º De Invocación cuando tienen por objeto constituir un contacto con las energías que deben ser utilizadas a cualquier efecto.
4.º De Evocación cuando su misión es poner en marcha las energías invocadas para producir el efecto deseado.
Entre los ejemplos que de cada clase de los ritos citados daremos a continuación, citaremos los más vulgares y, por tanto, más conocidos de todas las personas, pues son más comunes estos temas que tratamos que lo que se piensa al respecto de ellos.
Así, por ejemplo, entre los ritos de Consagración se pueden citar:
“La Consagración” misma, que constituye una ceremonia efectiva cuando la persona que la recibe reserva su existencia a prácticas iniciáticas, mágicas o religiosas o en otro caso, la ceremonia es simbólica cuando la persona que la recibe es convencionalmente elevada a la paridad con la anterior. Sea el caso de un mago o de un sacerdote en el primer caso y ciertas consagraciones reales en el segundo apuntando, sin embargo, que ha habido consagraciones reales que han estado dentro de la primera categoría, tales como las del rey David, por ejemplo, la Consagración efectiva lleva consigo el poder necesario para poder operar; la Consagración simbólica no contiene este poder.
“La investidura Regular”, que lleva los poderes para operar, pero no para transmitir, diferencia, pues, que la separa de la Consagración.
“La Consagración usual”, que determina la especialización del local de ceremonias y perímetro de operaciones.
“La Bendición”, que suele constituir una Consagración temporal y algunas veces aun simbólica de los objetos para la utilización ceremonial o incluso de uso común.
Entre los ritos de Execración citaremos: “La Destitución”, la “Excomunión”, el “Exorcismo” y por último, la “Maldición”.
De los ritos de Invocación citaremos: los “Cantos”, las “Salmodias” y “Oraciones” y “Plegarias”.
Los ritos de Evocación tienen un carácter más excepcional que los precedentes, pero que se encuentra frecuentemente practicados en la alta magia; son éstos: las “Apariciones”, las “Proyecciones”, las “Transmisiones” y las “Comunicaciones”, cada una de las cuales con sus características propias fácilmente reconocibles por sus propios denominativos.
Mundo misterioso pero no por esto menos real es el que casi sin quererlo nos hemos introducido, donde la realidad parece confundirse con las elucubraciones sin fin. Una extensa problemática se ha presentado al lector acerca de las diversas clases de ceremonias, ritos, usos y costumbres que se desenvuelven por ciertos sectores del mundo del hermetismo. Como se habrá podido apreciar éste constituye como tantas otras tantas disciplinas, una ciencia más de la cual para juzgar, hay que poseer los conocimientos mínimos, y por tanto, para afirmar o negar algo a priori es necesario un mínimo estudio de sus temas: pensamos que con estas cuatro líneas que hemos plasmado sobre el papel tomadas literalmente de una recopilación efectuada por P. V., Piobb sobre estos temas servirá de base de proyección para el lector aficionado a estos temas, pero poco iniciado en ellos para que a guisa de bastón le sirvamos de apoyo para sus subsiguientes averiguaciones al respecto de las cuestiones propias del arte y así poco a poco pasar a conocer un poco mejor el mundo de “lo que no pasa”, esto es en términos vulgares el mundo del espíritu.
LA CONSAGRACIÓN EFECTIVA LLEVA CONSIGO EL PODER NECESARIO PARA PODER OPERAR; LA CONSAGRACIÓN SIMBÓLICA NO CONTIENE ESTE PODER.
|
Si nos hemos fijado bien habremos observado que de todo lo antedicho se desprende la consideración de que al fin y al cabo lo que se ha estado evaluando y clasificando no es ni más ni menos que los medios utilizados desde la más remota antigüedad para tratar de poner en relación a Dios, al Hombre y el Universo entre sí para así poder dar una explicación lógica dentro de nuestro “Status Dimensional” de nuestro ser, y por ende, de nuestra existencia en relación con lo que ha sido y con lo que será esto, es con el pasado y con el futuro, luego, una vez más estos tres Arcanos de la ciencia hermética han salido a relucir una vez más para darnos en qué pensar y en qué investigar…
¿Hallaremos un día la respuesta que nos permitirá relacionar y por tanto comprender estos tres conceptos en su máxima amplitud? Casi nos atreveríamos a decir que dependerá mucho de nuestros esfuerzos en el estudio de los temas y de las cuestiones trascendentes de nuestra existencia en vez de perder miserablemente el tiempo en adorar a un nuevo becerro de otro personificado en una imagen aberrada de la diosa Técnica.
Una vez más llega el momento en que el espacio dedicado a los temas del arte real se agota y nuestra comunicación debe cesar por unos días esperando una nueva ocasión en que continuar desglosando estos contenidos tan gratos a aquellos “que han nacido dos veces”.
Esperando que esta nueva oportunidad se nos presente solamente nos resta desear de todo corazón a todos los lectores de estas páginas que el santo y hermético misterio de Belén se realice en todos y en cada uno de ellos.
Sincera y cordialmente,
JOAN ARTENTIER
 |
|
Volver a Hemeroteca
|