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HEMEROTECA- Tomo I

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En mis frecuentes charlas sobre este tema y antes de iniciar mis cursos de dinámica mental solicito que levanten la mano para responder afortunadamente a la siguiente pregunta: “¿Cuántos de ustedes saben lo suficiente sobre el mecanismo del motor de su coche para arreglar una avería en la carretera antes de llegar al próximo garaje?”. Un 40% levantan la mano, muy satisfechos de poder afirmar el conocimiento de la mecánica. “Muy bien, señores, ahora les haré otra pregunta: Todos ustedes caminan por la vida con el instrumento más maravilloso y sensible del mundo, que está dentro de su cabeza: su mente. Ella dirige nuestros actos, nuestra vida, y forja nuestro destino. Siendo esto cierto, ¿cuántos de ustedes saben cómo opera su mente?” En contadas ocasiones se ha elevado una que otra mano. Entiendo que ya es tiempo que el ser humano dedique unos minutos al día para conocer su mecanismo mental, ejercitarlo en forma conveniente para que trabaje más eficientemente.
Todo lo que tenemos y somos es el producto de cómo hemos utilizado nuestra mente, según sea la calidad de nuestros procesos mentales, así es nuestra vida, y también nuestra peculiar forma de reacción frentea ella.
Vivimos en un mundo de amor y odio, repleto de temores, prejuicios y miedo. Un mundo lleno de confusión y contradicciones; la razón, la conciencia de sí mismo y la imaginación mal utilizada, han alterado el retorno armónico de nuestra existencia.
El hombre es parte de la naturaleza, sujeto a las leyes físicas, y muchas veces incapaz de controlarlas y modificarlas.
Es punto aparte, siendo parte de ella. Metido en este mundo en un sitio y en un tiempo accidental, y es apartado de él bruscamente.
Siendo consciente de sí mismo se da perfecta cuenta de su falta de poder y de las tremendas limitaciones de su existencia.
Visualiza su propio fin, la muerte. Está imposibilitado de liberarse de su cuerpo mientras esté vivo y su cuerpo le impulsa al deseo constante de vivir.
Tratando de dar satisfacción a sus instintos básicos vive en un permanente estado de desequilibrio y no toma ninguna medida efectiva para remediarlo.
Es el único ser viviente que puede aburrirse y estar descontento. También sabe que su existencia es un constante problema y que debe resolverlo por sí mismo.
Está sujeto a divisiones existenciales que no puede anular, pero puede reaccionar volitivamente a través de procesos mentales positivos, que modificarán su carácter y su destino.
Está vivo, éste es un concepto dinámico, no estático. El debe desarrollar los poderes específicos que tiene y conseguir adaptarse armoniosamente al medio. Deberá luchar y entrenarse desarrollando los fabulosos poderes mentales que posee, hasta volverse el amo de la naturaleza y de sí mismo.
Sabemos que existe mucho aún sin conocer acerca de los poderes mentales, por ello la constante exploración es un reto y nos promete resultados efectivos.

Desgraciadamente, en los tiempos pasados hemos tenido escasa información acerca de este tema tan importante. Hoy por el contrario se advierte la inquietud que lasciencias mentales han despertado en todos los ámbitos de la Tierra.
La existencia de millares de religiones y principios filosóficos han demostrado a las claras el esfuerzo de todos los humanos para influir en la conducta humana, y sabemos que ésta, no es más que el reflejo de nuestra forma de pensar.
Somos conocedores que nuestros instintos primarios están encerrados en el fondo de nuestro subconsciente, el sótano que Freud construyó. En él hay una pequeña puerta, cada vez que ella se abre, y dejamos escapar uno de estos impulsos, alguien es robado, atropellado o asesinado.
Es sumamente importante valorizar la naturaleza de nuestros instintos básicos al objeto de defendernos de ellos, aprendiendo a crearnos nuestros procesos mentales adecuados.
Así llegamos a una conclusión definitivamente, que la conducta humana hay que perfeccionarla a través de nuestros mecanismos mentales.
Esta es una nueva ciencia aplicada que le podemos llamar “El arte de saber vivir”.
Una asignatura que no se imparte ni en escuelas ni universidades, una materia indispensable frente a la problemática existencial del mundo moderno. La vida es un combate permanente desde la cuna a la tumba.
Triunfan y sobreviven los que luchan con el arma bien afilada, “la mente”. Sucumben los que no son receptivos para entenderla, no la ejercitan y así nunca podrán aplicarla en forma adecuada.
Una mente perceptiva y entrenada tiene entrada a la mente cósmica, común a todos.
Los que somos perceptivos y nos dedicamos a observar la calidad de nuestros pensamientos nos damos cuenta cómo nuestra salud, éxito y adquisiciones responden a la naturaleza de los mismos.
El que entiende su mecanismo mental y lo desarrolla, aprende a pensar concretamente y se familiariza con el arte de vivir una vida más plena, saludable y feliz.
Los que hemos estudiado las ciencias mentales sabemos que lo semejante atrae a lo semejante; así el odio atrae odio y el amor atrae amor.
Si admitimos que nuestros problemas, fracasos y desdichas son el producto de nuestra forma errónea de pensar, al cambiar éstos cambiará nuestra vida. Toda vez que la acción sigue al pensamiento.
El que se une al grupo de millones de seres humanos que se interesan por las ciencias mentales contribuye a que el mundo llegue a ser un día una morada armoniosa y feliz para todos.

FASSMAN

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