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Comentarios: Emmain
Coordinación:Asun Lopez |
LOS CINCO LADRONES DE LA FELICIDAD
John Izzo
Editorial Urano
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De pronto… ¡pum! En la primera página el autor nos invita, como a todos sus influyentes pupilos, a preguntarnos a nosotros mismos: ¿hoy has hecho todo lo que has podido para ser feliz?
Caray, ¡qué simple y que complejo a la vez! John Izzo parte de la idea de que la felicidad no es una quimera sino que es nuestro estado natural.
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Ésta es la conclusión a la que llegó después de realizar largos viajes espirituales adentrándose en culturas remotas y algunas muy cercanas al lector hispano. Si somos criaturas creadas para la felicidad, ¿por qué narices nos cuesta tanto experimentarla?
El coach americano lo tiene muy claro: nos la están robando. Y John Izzo comparte con nosotros la identidad de los cacos.
Los amigos de lo ajeno, los que se apropian de nuestro bien más preciado son el control, la arrogancia, la codicia y el consumismo y la comodidad. Serían todo ‘‘ces’’ si no se colase con su propio estilo la arrogancia. A priori todos tenemos un poco de cada uno de estos indeseables dentro, pero Izzo nos ayuda a comprender que tal vez no es tan pequeño el rol de cada uno de ellos dominando nuestras decisiones. Los ladrones deforman nuestra visión del mundo y del ahora, se disfrazan de amigos. ‘‘No son una lista de cosas que debemos evitar pero sí ser conscientes de que son unos filtros, unos patrones que deforman lo que creemos que vivimos y lo que sentimos’’. Son aquellas cosas que nos impiden darnos cuenta de que la felicidad está aquí, ahora, dentro.
El autor se vale de su conocimiento de otras culturas y filosofías pero también de las conversaciones mantenidas con personas muy longevas que han hecho las paces con la vida y que al mismo tiempo no temen a la muerte. Las vivencias de 250 ancianos y las enseñanzas extraídas de sus palabras las reflejó en su libro Los cinco secretos que debes descubrir antes de morir, el que ha sido hasta ahora su título más conocido. Izzo también ha sido peregrino en el Camino de Santiago y ha caminado largamente por los Andes. Todo esto le ha llevado a completar su formación libresca o intelectual con experiencias vividas, sentidas profundamente, consiguiendo así una lucidez mucho más radical.
En el libro, sin embargo, nos invita a un siempre necesario ejercicio de introspección y de reconocimiento de que en nuestra naturaleza (en la mayoría de personas) reina la paz, la solidaridad y la compasión. No es cierto aquello que dijo Sartre de que el infierno son los otros. El infierno contiene un fuego que azuzamos inconscientemente repitiendo patrones, insistiendo en valores equivocados, alimentando con nuestros actos el confort ficticio de lo malo conocido. Igual la felicidad nos da miedo (como la libertad y en algunos casos el amor).
La felicidad la contemplamos como un estado frágil, momentáneo o incluso inalcanzable. Demasiado a menudo incrementamos los fondos para un billete hacia la desgracia, la queja, la insatisfacción. Resulta interesante la lectura que hace sobre la manzana que causó la presunta expulsión de Adán y Eva del Paraíso, así como la interpretación que hace del yoga y la meditación.
‘‘El sufrimiento es resistirse a lo que nos sucede en el presente’’; más que vivir el presente debemos aceptar lo que estamos viviendo sin querer ejercer ningún control. De manera muy amena el autor nos cuenta pequeñas anécdotas propias y fábulas universales. Evita hacernos sentir culpables y nos ilustra de un modo amoroso cómo podemos identificar los ladrones, apartarlos y sustituirlos.
Muy recomendable para uno mismo y para regalar.