Rojo: Es el símbolo de la sangre, la energía y el poder pasional. Es un tono de poder, y en general se emplea durante rituales de invocación. Pertenece al elemento fuego.
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TÚNICAS: EL CAMBIO DE ENTIDAD
Teniendo en cuenta que el rito es como una dramatización de lo que pasa en la mente del mago, la túnica vendría a ser la manera con la que se muestra a sus entidades. Por medio de la túnica o la llamada “ropa de oficio”, el mago o maga deja de ser estrictamente humano, para estar más próximo a la divinidad.
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Verde: Usualmente se utiliza sólo entre los maestros de la magia, y para la gran teúrgia. Pertenece a los cuatro elementos, ya que armoniza con la naturaleza de aquello que crece en la tierra, las plantas, que a su vez son regadas por el agua, acunadas por el aire y calentadas por el fuego del sol. Por ello se considera que esta túnica es la totalidad, pues su color es el de los iniciados.
De la misma manera que el cuerpo se considera como una túnica para el alma, la túnica no es otra cosa que un vestido que otorga pureza al cuerpo y da cuenta de su integridad, calidad y fuerza.
En ciertos cultos se prescinde de la túnica y el oficiante se comunica completamente desnudo con sus dioses. Aquí, es normalmente cubierto de flores u otro tipo de adornos naturales, como tintes o barros e incluso pinturas corporales, que le sirven para colocarse en la misma sintonía que sus dioses.
La túnica, que en principio no es más que una prenda de vestir, es también un elemento mágico que no es apto para cualquier persona. Evidentemente, el hábito no hace al monje, y por ello no es suficiente con colocarse una túnica cualquiera y transformarse en uno de esos brujos que, como sucede en los cuentos, dan un giro con su capa y desaparecen al instante.
La túnica es como una representación del universo en el que se encuentra el mago. Por ello, el color de la túnica indica no solamente el grado en que se halla o la clase de ceremonia que realizará, sino también a qué entidades invocará y qué naturaleza tienen.
Si la túnica es mágica es porque con ella no se expresa un ser humano como cualquier otro, sino uno que ha logrado la trascendencia, un iniciado que comprende que con cada ritualización se desprende de su carácter humano y terrenal para transformarse en otra entidad, en una que se aventura a comunicarse con los dioses. En la túnica encontramos las huellas del paso del tiempo, las marcas de los éxitos y de los fracasos. Tanto es así que cada una de sus manchas o agujeros simbolizan las heridas del alma.
Un mago verdadero no compra su túnica en unos grandes almacenes, sino que escoge cuidadosamente la tela, y, si cabe, él mismo la cose. El mago siempre diseña, decora y magnetiza su propia túnica para hacer de ella un objeto de culto.
CADA TÚNICA UN COLOR
Amarillo: Simboliza el color del astro rey, de la luz y la inspiración. Normalmente se utiliza en las ceremonias de proyección.
Morado: Se relaciona con las piedras preciosas y con los minerales brutos. El morado se relaciona con la inquietud, con lo insólito y lo inexplicable.
Azul: Es el color que se vincula con la certidumbre, la confianza, la paz interior. Su vibración posibilita el contacto con otras esferas. Se relaciona con el elemento agua.
Blanco o crudo: Pertenece al elemento aire. Se trata de un color noble, que simboliza la pureza, la integridad. Encarna el conocimiento intelectual y la disposición, lo espiritual y la solidaridad.
Marrón: Representa la confianza, el convencimiento y la constancia. Se relaciona con la fuerza de lo material y constante. Pertenece al elemento tierra.
Negro: Simboliza lo oculto y misterioso, se relaciona con las entidades energéticas de lo nocturno, y también con genios y con duendes.
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